NUESTRA HISTÓRIA
A finales de los años 90, el norteamericano Chris Anderson, un diseñador vegano de espíritu nómada, tuvo una revelación. El mundo estaba aumentando el consumo de plástico, generando una gran cantidad de nuevos residuos. Ante ese problema, Chris decidió involucrarse activamente en la ecología de nuestro planeta, diseñando unas sandalias ecosostenibles. Para fabricarlas, recuperó material plástico depositado en mares y ríos, lo transformó en cuerda de polipropileno y creó las famosas sandalias Nomadic State of Mind, presentes ya en todo el mundo.
NUESTRO COMPROMISO
Las preocupaciones de Chris por construir un mundo mejor le llevaron a Nicaragua, concretamente hasta una comunidad con pocos recurso. Allí estableció el taller para fabricar sus sandalias, instaurando un sistema comercial solidario y alternativo al convencional. De esta manera contribuyó al desarrollo de esa comunidad, luchando contra la pobreza y fabricando sandalias de Comercio Justo.
PRODUCCIÓN SOSTENIBLE
Las sandalias ecosostenibles Nomadic State of Mind se fabrican en un taller artesanal situado en una antigua fábrica de café en Nicaragua. Se elaboran única y exclusivamente a mano, una a una, siguiendo un minucioso proceso de fabricación que las hacen tan especiales.
NUESTROS PRODUCTOS
Están fabricadas a partir de un 90% de materiales reciclados. Nuestra producción ayuda a reducir la contaminación química, haciendo un uso adecuado de los recursos naturales y favoreciendo la biodiversidad.
Su fabricación exclusivamente a mano proporciona un alto nivel de calidad y control en cada una de las sandalias. Además, es un proceso respetuoso con el planeta y sus habitantes.
Su diseño destaca por su sencillez y sobriedad, convirtiendo las sandalias en un complemento elegante y funcional perfecto para cualquier ocasión.
Los modelos no tienen género. Los pueden utilizar indistintamente hombres, mujeres, niños y niñas.
Ninguno de sus materiales es de procedencia animal. El adhesivo que utilizamos para fabricarlas es 100% vegetal.
Las cuerdas de polipropileno tienen una textura muy suave. Se adaptan al pie con facilidad gracias a un delicado sistema de sujeción.
Es un calzado de larga duración. Muy resistente, duradero y fácil de conservar en perfecto estado.
Son extremadamente ligeras, ya que pesan muy poco. Llevarlas es lo más parecido a caminar descalzo.
Son unas sandalias tan originales y tan poco convencionales que todo el mundo te preguntará por ellas.